Nota del editor: Llamado a la Tierra es una serie editorial de CNN comprometida con reportar los desafíos ambientales que enfrenta nuestro planeta, además de mostrar las soluciones a esos retos. La Iniciativa Perpetual Planet, de Rolex, se ha asociado con CNN para crear conciencia y educación sobre los asuntos de sostenibilidad claves y para inspirar acciones positivas.
Más de 47.000 especies de animales están en peligro de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, cuya lista muestra que no hay categoría de animales ni continente que estén a salvo.
Las amenazas que han enfrentado y enfrentan las especies que habitan nuestro planeta son múltiples: pérdida de los hábitats en los que se desarrollan, modificaciones de esos hábitats que impiden su desarrollo, comercio ilegal de especies, caza y matanza ilegal, etc.
El panorama es sombrío. Pero eso no significa que no exista margen de acción para los humanos. En lo que respecta a la conservación de especies, decenas de programas que previenen y reparan han demostrado cómo es posible salvar de la extinción a animales que parecen condenados a desaparecer.

Uno de los ejemplos recientes más sonados es el de los linces ibéricos que protagonizaron una recuperación espectacular en España como resultado de proyectos de cría en cautividad y reintroducción de la especie en la naturaleza. Según la IUCN, la población pasó de cerca de 60 individuos maduros en 2001 a más de 2.000 en 2024.
Cruzando el océano Atlántico, el continente ha sido testigo de la salvación de numerosas especies cuyas poblaciones habían descendido a mínimos peligrosos y que, tras intervenciones para limitar las amenazas o para promover activamente su reproducción, volvieron a crecer: las populares tortugas gigantes de las Islas Galápagos, los curiosos tamarines león dorado de la selva brasileña, las populares águilas calvas del norte.
En Asia y África, mientras tanto, la restauración y las acciones de control por parte de los gobiernos, entre otros factores, han permitido recuperar poblaciones de especies de rinocerontes como el rinoceronte blanco y el rinoceronte indio, entre otras.

Siguiendo el camino hacia Oceanía, Nueva Zelandia y Australia también han sido protagonistas de proyectos exitosos de conservación que han permitido el retorno del abismo de aves como la igüeñuela negra o kaki y marsupiales como el wombat del norte.
Hay especies extintas que ya no se podrán recuperar. Pero estos ejemplos muestran cómo las intervenciones positivas a tiempo, a menudo necesarias porque anteriormente los espacios fueron intervenidos negativamente por los propios humanos, sí pueden hacer el cambio.

Con información de Ángela Reyes, Uriel Blanco, Alex Rodway, Amy Woodyatt, Joshua Korber Hoffman, Rebecca Cairns, Yong Xiong, Melissa Gray y David Culver.