Jochen Kleinschmidt, investigador asociado en la Cátedra de Política Internacional de la Universidad Técnica de Dresde, Alemania, se refirió a la guerra entre Rusia y Ucrania y la mediación de Estados Unidos en el conflicto bélico.
En CNN Primera Mañana, afirmó que “al menos 12 bombarderos fueron destruidos en dos bases confirmadas, pero podrían ser hasta 40 en total, lo que equivaldría a casi un tercio de la capacidad total de bombardeo de la fuerza aérea rusa”.
Señaló que “lo más relevante es que se trató de una operación realizada enteramente con tecnología ucraniana, lo que fortalece la posición del presidente Volodímir Zelensky de cara a nuevas negociaciones en Turquía”.
El investigador destacó que “pese a que Rusia aún mantiene posiciones y continúa avanzando lentamente, apenas 8 kilómetros en un año en algunos frentes, ha perdido gran parte de su flota de blindados. En muchos sectores, se ve obligada a transportar tropas en vehículos civiles, lo que aumenta drásticamente sus bajas”.
Y destacó que “la pregunta ya no es quién gana, sino quién pierde más lento”, y advirtió sobre posibles escenarios de inestabilidad interna en Rusia, como la que se vio con la rebelión de Prigozhin en 2023.
Jochen Kleinschmidt, por último, aseguró que “el rol de Occidente sigue siendo clave.
A pesar de la simpatía de Donald Trump por Putin, tanto su istración pasada como el Congreso actual incluyen figuras republicanas que apoyan la defensa ucraniana”.
Concluyó que “incluso si Estados Unidos redujera su ayuda directa, los países europeos podrían continuar adquiriendo armamento estadounidense, especialmente en defensa aérea, donde Europa aún tiene limitaciones técnicas importantes”.