Activistas de Greenpeace tomaron una estatua del presidente francés Emmanuel Macron y la colocaron afuera de la embajada de Rusia en París el lunes para protestar por los continuos lazos comerciales entre los dos países, así como por las políticas climáticas de Macron.
Los activistas dijeron que “tomaron prestada” la estatua de Macron del Museo Grévin en el centro de París, que contiene figuras de cera de más de 200 figuras públicas, a las 10:30 a.m. hora local (4:30 a.m. hora de Miami) del lunes, según un comunicado de Greenpeace.
“No merece ser exhibido en esta institución cultural de renombre mundial hasta que haya terminado los contratos ses con Rusia e iniciado una transición ecológica ambiciosa y sostenible en toda Europa”, dice el comunicado.
Los activistas llevaron la estatua a la embajada rusa en el oeste de la capital sa, y la ubicaron frente a pancartas que denunciaban el comercio continuo con Moscú en áreas como el gas, la energía nuclear y los fertilizantes químicos.
Una persona sostenía un cartel que decía “negocios son negocios” detrás de la estatua, que representa a un Macron sonriente aplaudiendo. Otra pancarta decía “Ucrania arde, los negocios continúan”.
A pesar de haber prometido poner fin a su dependencia del combustible ruso, las naciones europeas han tenido dificultades para dejar de importar productos como el gas natural licuado (GNL).
Según una investigación del Centro de Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA), Francia fue el mayor importador de combustibles fósiles rusos entre los países de la Unión Europea en enero, con importaciones de gas natural licuado (GNL) por un total de US$ 430 millones.
Greenpeace también criticó la continuidad de los contratos de importación de combustible nuclear que involucran a la agencia nuclear rusa Rosatom.
“Emmanuel Macron debe abandonar su renacimiento nuclear. Persistir en este camino es mantener una peligrosa dependencia de regímenes hostiles como Rusia, y seguir financiando la industria de un régimen criminal”, dijo Roger Spautz, responsable de la campaña de transición energética de Greenpeace Francia, en el comunicado.
“No hay soberanía, ni transición energética, ni paz posible con el uranio de Vladimir Putin. Es hora de poner fin a este doble rasero y pasar página a la energía nuclear, de una vez por todas”.
En el comunicado, Greenpeace criticó lo que llamó “la doble moral de Macron, que no hace lo suficiente para acabar con el comercio con Rusia, a pesar de mostrar públicamente un fuerte apoyo a Ucrania”.
“Esta postura ambigua debilita la credibilidad de Francia en el escenario internacional y impulsa el arsenal de guerra del Kremlin”, agregó.
CNN ha ado a Greenpeace para obtener más detalles sobre el paradero actual de la estatua y si será devuelta al museo.
El Museo Grévin y la oficina de Macron han sido ados para hacer comentarios.
CNN’s Pierre Bairin contributed reporting.