El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha mostrado un intenso interés personal en poner fin a la guerra entre Ucrania y Rusia, sugiriendo recientemente que “nada” sucederá hasta que tenga una reunión oficial con el presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Las opiniones de Trump y su Gobierno sobre las negociaciones han evolucionado con el tiempo. El secretario de Estado, Marco Rubio, advirtió hace aproximadamente un mes que Estados Unidos podría retirarse de los esfuerzos de mediación entre las naciones en guerra si no se lograba progreso en “días”. Ahora, Trump parece estar presionando públicamente por el cara a cara con Putin e insinuando que él es el único que puede poner fin al conflicto, después de meses de conversaciones de paz estancadas.
Trump ha oscilado personalmente entre criticar al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, diciendo que “no tiene cartas” después de una reunión muy polémica en la Oficina Oval en febrero, y reprender a Putin, diciendo “DETENTE” a los ataques y sugiriendo que el líder ruso lo está “engañando”.
Últimamente, parece que la paciencia de Trump con Putin se está agotando, ya que el presidente de Rusia dejó pasar la oportunidad de reunirse directamente con Zelensky en Turquía, una reunión cara a cara que Putin sugirió. Las delegaciones ucraniana y rusa acordaron un intercambio de prisioneros el viernes en Estambul, pero un acuerdo de paz más amplio, que Trump una vez dijo que podría lograr en el primer día de su segundo mandato presidencial, sigue siendo difícil de alcanzar.
A continuación, un vistazo a cómo llegamos a esta situación: